Bastante mala impresión da este invento, pero no puedo negar que cumple con creces su finalidad.
Se trata de un prototipo de... ¿funda?... para nuestra cabeza, las manos y el portátil para garantizar una máxima concentración cuando nos sentemos frente a nuestro transportable puesto de trabajo. Todos sabemos que a veces la luz del sol, los reflejos, la gente con la que convivimos y millones de cosas hacen que nos desconcentremos a la hora de rendir al máximo.
Este proyecto nos garantiza librarnos de todo ello y, además, nos da "privacidad, calor y concentración". De momento no se conoce precio pero personalmente dudo que algo así tenga demasiado éxito. Yo vivo en una de las ciudades más calurosas de España y no me imagino en pleno julio escribiendo aquí con algo así en la cabeza... Moriría a los pocos minutos.
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