Sinceramente, no creo que el Finger Drums tenga alguna utilidad práctica para quien quiera presumir de sus habilidades musicales. Tampoco creo que quepa en un bolsillo. En todo caso, lo veo como un alivio para el dolor de cabeza de los pobres lápices, plumas y bolígrafos que encuentras a mano cuando escuchas algo de rock.
Funciona con cuatro baterías AAA, tiene un tapiz sensible al tacto para reproducir 8 sonidos diferentes (si puedes, con tus diez dedos). Guarda hasta 30 composiciones, incluye control de tempo y de volumen en un espacio un poquito mayor al de un mouse pad (20 x 23 x 3 cms, según fabricante).
Precio: 28.73 euros
Más información | I Want One Of Those Vía | Gizmodo