Esto es como las cadenas de hotmail: corréis un inminente peligro de muerte si no lo hacéis. Una niña sin ojos, sin dientes pero con pelazo aparecerá de debajo de tu cama cogiéndote por los pies y arrastrándote a los infiernos, donde solamente suena música de Georgie Dann y las mujeres son todas como Maria Teresa Campos, si no subes a Instagram al menos UNA FOTOGRAFÍA titulada "terraceo" este verano.
Como queremos ayudarte, porque no queremos que pases la eternidad bailando La Barbacoa en mitad del plató de Qué tiempo tan feliz, vamos a citarte los 10 clichés veraniegos de Instagram para que los utilices hasta la saciedad este verano. Porque si no lo haces, a ojos de tus amigos, familiares y personas con las que te gustaría acostarte a corto o medio plazo, es como si no hubieses tenido verano.
1. Las salchichas
Ya sabéis de qué os hablo. Piernas que parecen salchichas. Salchichas que parecen piernas. Una playa de fondo. Porque como todo el mundo sabe, lo primero que hace cualquier persona con dos dedos de frente después de quemarse los pies en la arena y caminar como los saltimbancos del Circo del Sol por la playa de Sitges, es poner la toalla en el suelo, tumbarse y hacer una fotografía de sus piernas de salchicha de Frankfurt con un título como "Aquí, sufriendo".
2. Unas cañas y unas tapas
¿Verano en la ciudad? No te preocupes, siempre podrás tirar de la fotografía cliché de #terraceo. Siéntate en una mesa mugrienta que desprende calor porque estás a 40 grados, pide una ronda de cervezas y una vez lo tengas todo haz una foto desde arriba y utiliza el hashtag #terraceo. También puedes poner un comentario ingenioso como "Aquí, sufriendo" y seguramente algún alma cándida te comentará "Como vives".
Esto se aplica a cualquier superficie al aire libre donde pueda sostenerse cualquier plato con cualquier ingrediente.
3. Saltando en la playa con tus amigos
¡Qué divertido!
Los humanos venimos del mono. Y a los monos les encanta saltar. Por tanto, cuando se acerca el verano y nos sentimos más libres, más selváticos, reconectamos con nuestros orígenes, escuchamos la llamada de la Madre Tierra y nos encanta hacernos fotos saltando porque eso significa que lo estamos pasando muy bien. Especialmente, una fotografía con unos cuantos amigos saltando en una playa es algo novedoso que jamás se ha hecho. Porque aunque en Navidades también lo pasas bien, no le puedes pedir a tu abuela que salte y eso es una espina que se queda clavada en tu corazón, en tu corazón de hombre-mono, que debes quitarte con los primeros rayos de sol.
4. Un atardecer
Es totalmente imprescindible que la gente siga subiendo fotografías de atardeceres para que el resto del mundo sepa con absoluta certeza que el mundo no se está acabando. Que todo sigue igual. Que hoy atardece pero mañana amanece. Que mañana será otro día. Porque cada atardecer tiene algo especial, algo distinto. Esto lo he descubierto después de ver 568 fotografías de atardeceres. También he aprendido muchas frases de Paulo Coelho.
Porque un atardecer es algo muy especial que no sucede cada día y necesita ir acompañado de una frase profunda.
5. ¡Selfie con tus amigos!
¿Tienes amigos? ¿Y tienes cara? ¿Tus amigos también tienen cara? Parece que el universo está pidiéndoos que retratéis el instante para celebrar que todos sois amigos y que todos tenéis cara. Podéis utilizar diferentes perspectivas: la más original es parodiar el momento de los Oscar, pero también os la podéis hacer desde abajo intentando que no salga demasiada papada ni parecer el Tío Eso o desde arriba en plan marcando clavícula.
6. Cocktail time!
Esto puede ser un cóctel o un arma de destrucción masiva
Verano es época para beber cosas de colores extravagantes y con cantidades ingentes de azúcar. Es época para adornar los vasos con estrambóticas sombrillitas y pajitas de colores y curvadas. Es época de fotografiarlo: es cocktail time!
7. Un gato o una hamburguesa
"¡Déjame en paz!", un gato.
Nunca una hamburguesa de gato. Pero un gato o una hamburguesa bonita es una fotografía atemporal que tiene cabida en cualquier estación del año. Puntos extra si el gato es pequeñito o tiene unos ojos increíbles y si la hamburguesa no es de McDonald's.
8. Paellita & Friends
¿Qué haces, loco?
O barbacoa & friends. Pero especialmente "paellita & friends". Me interesa especialmente el fenómeno paellita porque, según los ingredientes que lleve la paella de tu fotografía podrás desencadenar una Tercera Guerra Mundial. En el momento en que tenga un guisante o un trozo de chorizo un grupo de valencianos entrará en el chalecito o restaurante donde estéis comiendo en plan GEO para darle collejas al cocinero.
Esto le sucedió a Jamie Oliver y jamás se ha atrevido a cocinar otra paella en su vida.
9. Antorchas, lucecitas, cosas bonitas
En verano sufrimos el síndrome del mosquito y comenzamos a sentir muchísima atracción por todo lo que brilla o da luz en la oscuridad. Un chiringuito con antorchas o una fiesta en la playa con luces bonitas es algo que no podemos dejar escapar.
Si estamos a plena luz del día, las banderitas de colores con el fondo del cielo también nos resultarán irresistibles.
10. El ala de un avión
Donde empieza y termina todo. Si no lo hiciste a la ida, hazlo a la vuelta. Ponte intenso, pon algo tipo "Good moments". Llora flojito mientras observas que todo se ha acabado. Que el verano ha muerto. Que ha sido un tiempo maravilloso e irrepetible. Ahora podrás echar la vista atrás y ver lo bien que lo has pasado a través de tu Instagram.
Y respirar tranquilo, porque como has subido las diez fotografías que debías subir has roto la maldición y la música de Georgie Dann ha cesado para siempre.
En Trendencias Lifesytle | Instagram y el hedonismo por el hedonismo. Una aplicación 'mainstream' llena de diarios personales carentes de creatividad