Londres es una ciudad 24/7, apenas duerme: siempre tendrás un local a punto de abrir cuando otro cierra, ya sea para tomar unas copas o para comer algo. Puedes cenar a las cinco de la mañana, puedes desayunar hasta la una de la tarde y puedes encontrar fiesta un lunes por la noche. Por eso es curioso encontrar un punto muerto dentro de esta ciudad: ese punto es Leadenhall Market, el mercado de la City.
La parte financiera de Londres no tiene precisamente lo que podríamos llamar alma. En mitad de la ciudad se levantan ante ti poderosos monstruos de cristal y hierro con formas dispares (unas fálicas, otras electrodomésticas) donde se hacinan las grandes empresas que mueven el dinero del país.
La City es increíble y espantosa al mismo tiempo. Mira altiva al resto de la ciudad sin tener consideración por el desastre paisajístico que supone. Lo mejor que puedes hacer en la City, además de labrarte un futuro en bolsa que sería la envidia del lobo de Wall Street, es subir a uno de los rascacielos para tener unas vistas maravillosas de la ciudad sin tener que ver, precisamente, la City.
Ilustración de Leadenhall Market de 1881
De lunes a viernes Leadenhall Market es un oasis inglés en mitad de los enormes rascacielos de la City. Un mercado cubierto en Gracechurch Street, muy cerca de Liverpool Street y del popular barrio de Shoreditch (donde se concentra el moderneo inglés). Lo que tiene de particular Leadengall Market es precisamente el contraste: es uno de los mercados más antiguos de Londres, rodeado hoy en día de los edificios más modernos.
De 1990 a 1991, durante el auge de los rascacielos, el mercado fue completamente remodelado. Si sois fans de Harry Potter, el mercado os resultará familiar, porque la remodelación no se cargó ni un ápice de su esencia y por eso ha aparecido en películas como "Harry Potter y la piedra filosofal" o "El imaginario del Doctor Parnassus".
Leadenhall Market, como la mayoría de los mercados, alberga en su interior tiendas de todo tipo: desde pequeñas boutiques de belleza, tiendas de moda e incluso algunas tiendas con productos gourmet. Por supuesto cuenta con un montón de bares y restaurantes donde suelen ofrecer infinidad de menús a mediodía (no olvidemos todo lo que este mercado tiene a los alrededores, imaginaos cómo está a la una de la tarde). Su estilo es clásico inglés, elegante y sofisticado.
Pero claro, el problema de este mercado es que se ha hecho a los horarios de la City y actualmente nadie visita esta parte de la ciudad los fines de semana y ellos mismos ya ni siquiera hacen el esfuerzo de abrir, quizás es de los pocos puntos de la ciudad donde no encontrarás vida 24/7. Es por eso que resulta curioso pasear un sábado por la mañana por esa zona, tan llena de vida de lunes a viernes, que parece el escenario de una película post apocalíptica los fines de semana.
Leadenhall Market ha sido absorbido por la City, por el horario de oficina, la rutina, las prisas, los cafés y los almuerzos rápidos. Eso sí, es un paseo precioso para ir entre semana.
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