Si tu lista de propósitos para este 2015 empieza por ponerte a punto físicamente, para que luego no te pille el verano con la operación bikini sin hacer, y aún no has empezado con ello, no seré yo el que te tenga que recordar que ya llevas unos preciosos días perdidos, ¿verdad?
Pero no hay que ser demasiado tremendistas, que aún hay tiempo.. Y más si nos dejamos aconsejar por un pepito grillo de esos electrónicos que tanto se llevan hoy día. Con una pequeña y colorida conciencia siempre en nuestra muñeca que nos recuerde que tenemos que levantarnos del sillón la cosa parece mucho más fácil de lo que en realidad es, ¿no os parece?
Por eso, para los que necesitamos ese pequeño empujón, qué mejor que echar un vistazo a la gama que Fitbit tiene preparada para 2015; la más completa en esto de la cuantificación, me atrevería a decir.
Porque, si anteriormente os hemos hablado de la Fitbit Flex, este año podemos sumar nada menos que otros 3 modelos diferentes para estar en forma: Charge, Charge HR y Surge.
Fitbit Charge
El primero de ellos, el Charge, es el más básico, y es poco más que una evolución del ya clásico concepto de anteriores años, sustituyendo a la Force del año pasado. Además de cuantificar nuestra actividad física, su pantalla nos muestra no sólo la hora, para no tener que llevar también el reloj en la muñeca, sino las llamadas que entran en nuestro móvil.
Su autonomía llega hasta los diez días, y además es capaz de monitorizar nuestro sueño. Y para redondear sus prestaciones, no hace falta conectarla con cables para sincronizar nuestras estadísticas, ya que lo hace inalámbricamente, tanto con el teléfono como con el ordenador. La tenéis por 130 euros en negro, pizarra, azul o burdeos.
Fitbit Charge HR
Si a todo lo que ofrece la Charge le sumamos un aspecto que, sin dejar de ser de pulsera, es mucho más de reloj, gracias al cierre de su correa, y, sobre todo un sensor de frecuencia cardiaca, tenemos la Charge HR.
Este modelo nos ofrece además estadísticas de nuestra actividad física en tiempo real, aunque a cambio penaliza su autonomía, que baja hasta unos tampoco despreciables 5 días. Algo más seria que el Charge a secas, esta pulsera se ofrece en negro, naranja, azul y ciruela y tiene un precio de 150 euros.
Fitbit Surge
Por último, tenemos el Surge, todo un smartwatch centrado en la actividad física más que en otros aspectos de los que ofrecen este tipo de gadgets. También con una línea deportiva, aquí encontramos ya una “gran” pantalla en la que, además de la hora se nos ofrece información sobre la música que reproduce nuestro smartphone y las llamadas entrantes.
A los sensores presentes en los otros dos modelos se suma también el GPS, que ayuda a tomar mediciones exactas de distancias y subidas o bajadas, así como darnos datos sobre la velocidad de nuestras carreras.
Por supuesto, los datos que nos ofrecen las otras dos pulseras, como el monitor de sueño, o el sensor de ritmo cardiaco, se suman a estas prestaciones, junto con la posibilidad de sincronización inalámbrica. De colores, el Surge se queda en tres; negro, azul y naranja y de precio se nos va a los 250 euros.
Como veis, con Fitbit hay muchas posibilidades para no estar apoltronados hasta que sea demasiado tarde, aunque, si todas ellas se te van de presuepuesto, quizás te alegre saber que la Fitbit Flex, si puedes prescindir de añadidos como la hora o el pulsómetro, sigue estando disponible a unos económicos 99 euros.
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