Estamos tan acostumbrados a gestos como el doble click, el click con el botón derecho o el scroll con la rueda de nuestros ratones de ordenador que parece que no fuera posible la “vida informática” más allá del familiar “roedor de escritorio”.
Parece, porque como ya hemos visto en alguna ocasión, hay gente empeñada en sembrar de raticida la superficie de nuestras mesas para que otros “seres” se puedan instalar sobre ellas. Todos quieren hacer nuestra vida gestual y táctil para que nos olvidemos de lo analógico. Lo ha intentado Apple con el Magic Trackpad, con un éxito medio que, por supuesto ha sido imitado en el mundo del PC con menor éxito aún, y ahora lo vuelve a intentar Flow, un curioso pero interesante dispositivo que si podría cambiar nuestra forma de interactuar no sólo con el ordenador, también con dispositivos iOS y Android.
Flow es un precioso dispositivo que, como el ratón al que quiere sustituir, se colocaría sobre la mesa. Su aspecto es algo así como un cruce entre Nest, el control de climatización inteligente ideado por Tony Fadell, creador de la clickwheel del iPod clásico, y el control de volumen de los equipos de música de toda la vida. Como éstos, se puede girar, pero lo realmente innovador está en su superficie capacitiva, que permite, controlar por gestos, tanto sobre ella como por encima de ella.
Sus sensores de luz y de infrarrojos son los encargados de saber si estamos haciendo alguno de los gestos programables que se han pensado por el momento, no sólo para el control del sistema operativo en sí, sino también para aplicaciones como Spotify, Photoshop, Youtube, Vimeo y otras tantas. Por ahora va funcionando a las mil maravillas en OSX, el sistema operativo de los Mac, pero está previsto que se desenvuelva igual de bien con los PC y Linux.
Gestos como pasar de canción, subir el volumen, hacer scroll en el navegador o en cualquier otra aplicación se convierten en cosa de tan sólo mover la mano sobre Flow. Y todo ello, como podéis imaginar, se puede hacer sin molestos cables de por medio, ya que este gadget cuenta con conectividad Bluetooth y ofrece unos buenos 120 días de autonomía.
Eso si, como casi la totalidad de las ideas que prometen cambiarnos la vida y que nos llegan últimamente desde las mentes más iluminadas del mundo, este Flow es por el momento un proyecto que busca financiación para llegar a nuestras casas. En este caso es a través de Indiegogo, y, su precio tras haberse agotado ya las rondas de financiación más económicas, está en estos momentos en 99 dólares. Eso si, para recibirlo hay que esperar hasta principios del verano que viene, aunque lo más probable es que la espera se haga corta si cumple con lo que promete.
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