Basta con que te des una vuelta por la biblioteca en época de exámenes para que te des cuenta que algunos siguen un auténtico ritual a la hora de marcar los apuntes con sus rotuladores fosforitos. Todas las supersticiones son pocas.
Cada cosa en su correspondiente color y todos los rotuladores desperdigados por la mesa, tengo la sensación de que al final algunos dedican más tiempo a jugar con los rotus que a estudiar.
El estudio de diseño de Tel Aviv Ototo se ha preocupado en ordenarlos para ti, ocupando el mínimo espacio sobre tu mesa y de paso creando con ellos un arcoíris que, quien sabe, a lo mejor te sirve de inspiración a la hora de estudiar o se convierte en tu amuleto de la suerte.
Son cuatro marcadores: azul, verde, amarillo y rosa, de forma circular que al cerrarlos forman un semicírculo y se apilan formando un arcoirís.
Lo bien que te lo vas a pasar con ellos a partir de ahora. Lo que te faltaba, venga ponte a estudiar de una vez.
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