No, si la teoría nos la sabemos de memoria. Todos somos muy ecologistas y cuidamos del mediomabiente, pero a la hora de la verdad ¿quién no gasta más agua de la necesaria? Al fregar, ducharnos, lavarnos los dientes… un grifo abierto sin control siempre es un gran despilfarro que no nos podemos permitir.
Para concienciarnos a todos de este problema Yan Lu ha dado con una original solución, su nombre Poor Little Fish.
Tan sencillo como una pecera en cuyo interior hay un pez vivo y que aparentemente está conectada al grifo de nuestro lavabo. Y digo aparentemente porque en realidad las tuberías son independientes (no sería muy higiénico lavarnos las manos con ese agua), pero sin embargo el agua de la pecera descenderá a medida que hacemos uso de ella en el lavabo.
Si hay alguien tan cruel de permitir que el pez se quede sin agua se dará cuenta de que ésta nunca desciende de un nivel mínimo por lo que nuestro pequeño pobre pez está a salvo. Nuestra agua no, pero con este invento seguro que nos lo pensamos más a la hora de abrir el grifo. Genial