En la oficina, en el bus, en la sala de espera del dentista, en el aeropuerto... en tu día a día hay un montón de momentos en los que lo único que desearías es esconder tu cabeza como un avestruz y echarte una cabezadita. No hace falta que escarbes un agujero en el suelo, mete tu cabeza en una Ostrich pillow y a descansar.
Lo que parecía una idea descabellada cuando hace un año Kawamura Ganjavian la presentaron en su web, ha tenido tanta repercusión que está muy cerca de convertirse en una realidad. Todo el que quiera puede reservar una de estas ya famosas almohadas vía Kickstarter a cambio de unos 55 euros. A ver qué hotel encuentras por ese precio.
La almohada está totalmente acolchada y la puedes lavar en la lavadora. Cuanta con un orificio frontal para que puedas respirar y dos laterales para introducir tus manos. Lo vas a entender mucho mejor viendo este vídeo.
No sé vosotros, pero a mí me está entrando un sueño justo ahora después de comer que no me importaría nada probarla.
Sí, claro que resulta un poco ridículo ver a alguien ahí metido, pero si te grabara las pintas que tienes cuando te quedas dormido en el bus seguro que prefirirías ocultar tu cara. Como regalo, no se puede ser más original.
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