Aunque solo lleva unos tres meses abierto si eres un auténtico foodie y pasa tiempo en Madrid lo más probable es que ya conozcas Dabbo, si no es así ya estás tardando en ir a conocerlo. Tiene una cocina que mezcla la tradición de los platos de cuchara y los sabores más exóticos llegados desde Latinoamérica y es un espacio gourmet en el que disfrutar tanto del aperitivo, como de la sobremsa, del tapeo o de unas copas afterwork.
Y todo ello con buena música de fondo y en un local, acogedor y luminoso, en el que podemos encontrar detalles tan encantadores como las tapicerías de Ganacedo, vajillas de porcelana Vista Alegre, cristalería suiza Schott Zwiesel o cuadros del artista jerezano Cristóbal Donaire Barea.
Alejandro Daboub es el propietario del restaurante y fue quien ideó este espacio en el que trata de ofrecer una experiencia gastronómica que combine la elegancia y sobriedad de un restaurante de altura con un toque más informal.
Dabbo se divide en dos plantas que separan dos ambientes bien diferenciados. Por un lado en la planta baja está el comedor con espacio hasta para 80 comensales, donde se trabajan los productos de temporada combinados con ingredientes y guarniciones de corte internacional y por otro lado en la planta superior nos encontramos con un ambiente más informal para tapas y raciones en horario non stop.
Uno de los detalles más llamativos de este restaurante es que sus guisos son cocinados en una de las escasas ollas ferroviarias que continúan utilizándose en las cocinas de Madrid. Una olla ferroviaria, como lo oís, la misma con la que se alimentaban los maquinistas, fogoneros y guardafrenos en los largos trayectos en tren de otras épocas y que mantenían el calor del guiso durante horas.
Al frente de estos fogones se encuentra Diego Galán, un joven cocinero con gran experiencia en prestigiosas cocinas, como las de Club Allard o las de Jesmond Dene House, en Newcastle. Junto a Alejandro Dabou, Diego diseña la carta de Dabbo que varía cada temporada trabajando siempre con las mejores materias primas, que en ocasiones llegan de pequeños productores.
Por si queréis conocer datos más concretos os puedo decir que en la carta del comedor hay propuestas tan sugerentes como arroz verde con carabineros, ravioli de txangurro sobre morcilla de Burgos, pichón de Bresse con crema de maíz y ensalada de brotes con cuitlacoche o atún rojo de la Almadraba con puré de coliflor y olivas negras... apuesto a que ya se os está haciendo la boca agua.
En cuanto a las tapas y raciones que se pueden probar en la planta superior, más informal, hay también propuestas excelentes como cazuelitas de berberechos en salsa verde, mini-burguer de rabo de toro en pan de queso brasileño o empanada salteña con aliño picante de tomates verdes y rúcula.
Y obviamente todo esto puede y debe ir acompañado de un buen vino o incluso de un cóctel a la altura de las circunstancias que nos servirán en cualquier momento del día. Todas las horas son buenas para probar una rica comida y maridarla con una agradable bebida en compañía de los amigos.
Por si estáis pensando en ir a probar algunas de las propuestas de Dabbo os cuento que está situado en General Pardiñas, 56 y que el precio medio por persona puede estar entre los 25 euros para la zona informal y los 40 euros si nos decidimos por la zona de comedor. El horario es de martes a sábado de 13:30h a 02:30h y los lunes de 13:30h a 17h.
ACTUALIZACIÓN: El restaurante Dabbo cerrará sus puertas este verano. Han sido meses de trabajo duro por parte de un equipo joven y con ganas, que seguro encontrarán pronto un nuevo proyecto. El propietario de Dabbo, Alejandro Daboub, tiene previsto abrir un nuevo negocio en los próximos meses.
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